¿Se dieron cuenta que el Arroyito siempre estuvo?
Yo, que no nací cerca de él, me acuerdo que cuando vine a ver el campo antes de comprarlo empezamos a recorrerlo y estaba deseando llegar al arroyo: - Mmm – pensaba – no llegamos más … ¿Cómo será el arroyo? – De alguna manera sabía que eso era importante para mi y no me animé ni a imaginármelo. Cuando llegamos vi cosas que no me gustaron, el monte no era nativo, había bolsas de nylon colgando de las ramas de los árboles … - ¡!A quién se le había ocurrido dejarme el arroyo en ese estado!! – pensé; pero eso fue lo que vi; lo que sentí fue paz, sentí que el lugar me recibía y me abrazaba … y sentí mucho respeto; respeto por la historia que ese arroyito tenía para contarme. ¿ Y saben que más sentí? Sentí felicidad porque, a partir de ese momento, mi historia y la de él iban a estar ligadas para siempre.
Porque las historias son como el arroyito, siempre están ahí. Y, como es de público conocimiento, todos tenemos una historia para contar. Puede ser una historia pasada, o una historia construida por nuestra imaginación. Aunque mi me parece que las historias nunca son historias pasadas, se transforman mágicamente cada vez que las convocamos a nuestro presente. Cómo un libro o una película que vimos cuando chicos y al verla ahora le descubrimos cosas nuevas o distintas, las historias acompañan nuestro crecimiento y van alimentándose de las cosas nuevas y distintas que vivimos todos lo días.
Cuando hacemos un videoparticipativo tenemos la posiblidad de que nuestras historias se junten con las historias de los demás para contar la gran historia, la historia de todos, la de nuestra comunidad; comunidad de ¨común unidad¨, otra de las cosas que siempre estuvo ahí; en el barrio, en el pueblo, en la utu, en el liceo … Ahora me estoy dando cuenta de como mi historia está muy ligada a la de los demás y a la del entorno que me rodea, y me queda clarísimo que si quiero estar mejor y disfrutar más el lugar donde vivo tengo que transformar las cosas que no me gustan contando con la opinión de mis amigos y vecinos, sabiendo que ahí está todo lo que ellos tienen para aportar con sus ideas, con sus ganas, con su trabajo; así sea para cuidar el arroyo o para organizar el fiestón más fiestón de todos. Dependiendo de la necesidad y el sueño de cada uno. Como dice John Lennon: Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien es una realidad.
El video participativo es un camino más para llegar a ese sueño. Cuenta con una herramienta muy poderosa, que es la herramienta audiovisual, que como toda herramienta depende de las manos que la manejen, por ejemplo: con una maceta y un cortafierro podemos tirar una pared abajo o hacer una escultura depende de lo que necesitemos. Juntarnos todos a construir una historia va a ser como decirle a esas manos que queremos de ellas; podemos decidir todo, ya tenemos una necesidad: Trabajar para que nuestra comunidad encuentre su propia historia en el Arroyito Colorado, para que se identifique con él y le vengan más ganas de cuidarlo, trasformarlo y disfrutarlo. Podemos decidir de que forma queremos contarla puede ser un videoclip, un informativo, una comedia, un documental … y después de eso podemos decidir que vamos a investigar, como vamos a nutrir nuestra historia, que vamos a decir, como nos vamos a vestir, donde vamos a estar cuando ¨filmemos¨, que luz vamos a tener, que música vamos a poner; y decidir lo que tenemos ganas de hacer cada uno, si vamos a actuar, a manejar la cámara, los micrófonos, las luces, si vamos a editar, etc.
El proyecto de mejora del Arroyito ya está andando, seguro que hay un montón de material que tenemos que conocer y contar desde ahí.
Vamos a juntarnos para empezar a aprender a manejar las herramientas del audiovisual, que es otra manera de hablar y comunicar lo que queremos y necesitamos; otra manera para seguir construyendo nuestra historia, que por supuesto, tiene que ser lo más feliz y divertida posible.
Los esperamos!
Leo